La construcción de las flores: Objetos sexuales

Quiero demostrar que hay temas importantes en la película Flores de otro mundo. Icíar Bollaín hizo una película que muestra la importancia sobre la inmigración y construcción de género. Esta película puede ser utilizado para crear conversación entre varios géneros y raíces.  


           En la película, Flores de otro mundo dirigida por Icíar Bollaín en 1999, hay muchas referencias a la idea de la construcción de género. Las mujeres inmigrantes no son tratadas iguales. Pero no solo son los hombres quien las maltratan a ellas, pero también unas mujeres españolas. Para ellos, las mujeres no son individuos, son objetos sexuales; solo reconocen sus cuerpos y vestidos. Su única responsabilidad es cuidar la casa, a los hijos y atender a su marido. Este problema necesita cambiar.
            En Flores de otro mundo, Alfonso dirige una caravana de mujeres solteras a su pequeño pueblo en España rural y la nueva feminidad de la Santa Eulalia carece. Estas solteras vienen del Caribe, específicamente, de la República Dominicana, para escapar de su rutina, de la pobreta y posiblemente encontrar una pareja. Unas dominicanas se quedan en este pueblo. Pero no es lo que estaba esperando. Hay tres papeles principales; una mujer dominicana, Patricia, necesita seguridad y una casa para ella y sus dos hijos, que su status ilegal no debe permitir. Una cubana, Milady tiene deseos de viajar por el mundo, y una enfermera, Marirosi vive en soledad. A los tres personajes, Carmelo, Damián y Alfonso les falta un futuro y esposas empieza, así su complicada historia de amor.
             La construcción de género se inicia durante la fiesta de bienvenida para la caravana de mujeres solteras. Todos están bailando en la plaza del pueblo. Cuando las mujeres están bailando, muchos hombres están de pie afuera fuera de la pista de baile. Están mirando a las mujeres como unos animales acechando a su presa. Este es un ejemplo de que estos hombres primero reconocen los cuerpos de mujeres.
            En la película hay mucha cosificación de Milady, quien es de La Habana. Todo eso comienza cuando Carmelo llega al bar con ella por la primera vez. Ella está llevando un vestido corto y amarillo. Los vecinos la miran como un objeto sexual para su entretenimiento. Podemos reconocer esto con el lenguaje que usan cuando hablan de ellas. Un viejo dice que “mira a la dentadura en ella”. Las mujeres del pueblo también hablan mal sobre las inmigrantes, dicen que no necesitan más de “esos” tipos de mujeres. Otro día Milady está en el pueblo con un amigo que no es Carmelo. Los vecinos comentan que Carmelo debe controlarla o ella lo va a dejar él. Para ellos, ella no es una persona, es una hermosa mujer, para Carmelo es su propiedad.
            Milady es una joven que quiere viajar, entonces un día decide viajar a la playa. Cuando regresa con un amigo en su carro, Carmelo la encuentra cuando llega a casa. Sin preguntarle sobre su viaje, él asume que estaba con el hombre. Inmediatamente Carmelo empieza a golpearla muy fuerte. Por suerte, Alfonso para la violencia, pero Marilady todavía tiene un moretón en su cara. Para Carmelo esta violencia no es un problema porque ella es su propiedad y no debe salir de la casa sin preguntarle y también él quiere controlar quien le visita y a quien llama.
            La construcción de género es un poquito diferente para Patricia. Ella necesita casarse con un hombre español para obtener papeles para ella y sus dos hijos. Sin los papeles ella no tiene seguridad ni puede obtener un buen trabajo. Ella necesita depender de un hombre para tener una vida segura para sus hijos. También ella le manda dinero a su familia en la República Dominicana. Y esa es la vida para una gran mayoría de mujeres inmigrantes porque trabajan como amas de casa o hacen trabajos domésticos por un salario muy bajo, no importa si tiene una educación o no.
            En pocas palabras Icíar Ballaín explicó la vida de mujeres inmigrantes en los campos de España perfectamente. Ella describe la dificultad de ser un individuo en estas circunstancias. Los hombres las miran a ellas como objetos que necesitan ser domesticados, como Marilady. En situaciones como los de Patricia, las mujeres inmigrantes dependen de hombres para conseguir vidas “normales” no solo para sí mismas, pero también para sus hijos y a veces para su familia viviendo en su hogar. Unos hombres del campo no saben cómo tratar a las mujeres, pero necesitan aprender cómo tratarlas como iguales y con respeto.



(Aquí puedes ver un tráiler de Flores de otro mundo)

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